No sabía si comprarme "El amante japonés" de Isabel Allende, o "Felipe VI".
Sucumbí a la tentación de buscar algún famoso firmando libros... como Iñigo con "Los postres de los famosos"
Disfruté de una exposición de fotografía de paisajes que te permitía imaginarte fuera de la muchedubre.
Pero sobre todo busqué un libro de los "que saben mejor", libro en papel con olor a tinta recién salido de imprenta, con autor poco famoso y buen conversador, puede hablar con él de su personaje principal y de su motivación para escribir. Un lujazo.
Este año la Feria del Libro ha incorporado actividades de marketing para vender más como descuentos, regalo de memorias, concursos, regalitos promocionales como libros galleta, una web para consultar todo el programa diario, incluso se podía seguir por redes sociales, como Twitter, Instagram, Pinterest y Facebook.
El mercado del libro tradicional baja en detrimento del libro electrónico, por lo que los expositores tienen que intentar nuevas técnicas para vender más, además de las firmas de libros y los descuentos. Todavía podrían dar un paso más con una app de la feria en vez de una web y con un horario más amplio ya que cierran a mediodía y abren muy tarde. Al final si hay aglomeraciones no compramos.
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